INTENCIÓN, PERCEPCIÓN Y REACCIÓN.
En la vida hay límites y fronteras sociales que se tienen que delimitar por el bien de las relaciones que construyes con otros. Una vez se establecen los límites, hay un campo de total confianza para ambas partes sobre cómo actuar, cuándo actuar, y qué decir uno al otro. Una vez escuché en una entrevista que las palabras en sí no tienen ningún poder de lastimarnos a menos que nosotros mismos les demos ese poder. Esa idea yo la tengo interiorizada en mi ser... en mi mente. Tuvo sentido para mí cuando re-descubrí mi identidad, cuando hice las paces con mis características, y en general con el conjunto de cosas que me definen como persona, y como hombre. Esta re-definición me harían mirar con dignidad y con orgullo eventos de mi infancia en las que esas mismas características fueron el blanco de comentarios racistas, denigrantes, y discriminantes. Sobre todo, me ayudaron a verlos en paz conmigo mismo y con sus autores. Son escenas que revivo en mi mente muy pocas veces; y cuando lo hago,