Nada que otro no tenga.

Creo que no veo las cosas de la misma manera que los 7.295.889.256 de personas que habitan esta tierra. Bueno, sentirse único es más común de lo que se cree. Pareciera una reacción química natural en el cerebro en la que se estimulan las neuronas que envian señales que el consciente interpreta como pensamientos para poder entender el lugar que se ocupa en el universo. A sí mismo, imagino yo, se trata de un método de supervivencia natural, es decir, si te poner a pensar en ese número te darás cuenta que solo la última cifra te supera. Es decir, si la cifra mundia de personas fuese de 7.295.889.251 el institinto natural del ser humano sería el identificarse con ese "1" del final, (aunque los matemáticos empezarían a sacar cuentas para ubicarse en la cifra con mayor exactitud)... y si no fuese así, sufririamos una crisis existencial muy berraca. Las preguntas que siempre han agobiado el pensamiento humano sobre su origen y su destino nos abrumarían en un sentido de desesperanza y manufacturación en el que el proposito de vida parece inexistente. 

De cualquier forma, no nos gusta la sensación de no saber hacia dónde nos dirigimos (Aunque muchos de mis alumnos adolescentes parecen ya haber abrazado esa idea) mucho menos nos gusta la sensación de sentirnos uno más del montón... tan así es éste rollo, que ni siquiera nos gusta que nos comparen con otras personas, especialmente si las consideramos "feas" o "no tan especiales como nos sentimos", diferente es la reacción si nos comparan con una estrella de cine, a menos, claro, tenga características físicas no tan bien diseñadas "como las nuestras". 

Ahora, entiendo que tal vez esté sonando un poco "JUDGEMENTAL" pero recuerda, escribo sobre mi, así que cualquier crítica o comentario hecha en mis entradas nace meramente de tardes de introspección, una Coca Cola y un paquete de Marlboro Rojo que fumo hasta que se me acabe la bebida, y mi perro Lukas (un labrador) cuyo único placer en ir al parque consiste en conseguir un "palo" y masticarlo hasta que tenga que levantarse a buscar otro.

Entonces pienso: Ok, soy una persona especial en medio de todo este gran número, acepto y me aferro a esa idea... siguiente paso, ¿Qué es lo que me hace tan especial?

Bueno, puedo hablar de cuan bien toco la guitarra (aunque esa parte de mi ya la había aclarado en mi primera entrada), también sé hacer pavos navideños (solo lo hice una vez, me ayudaron)... de todas las cosas que puedo mencionar, la más especial es mi trabajo SOY PROFESOR, y saber que por mis aulas pasan personas con metas, sin metas, con sueños, con planes, con ilusiones, con problemas... y que a través de todas éstas yo puedo ayudarlos a dar un paso más hacia la persona que ellos quieren llegar a ser, o que ya son y solo quieren agregar elementos a su ser... ESO ME HACE ESPECIAL; pero no soy el único que toca la guitarra, ni que cocina delicioso, ni soy el único profesor, mucho menos estoy dentro de los mejores... no tengo nada que otro no tenga. 

Lo que me hace sentir especial es la convicción de que no vine de la nada, vine de Manos talentosas y Artesanas, vine de Manos perforadas... y cuando mi camino aquí termine, volveré a esas Manos.



   

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