De pie a la Orilla.
Imagina que estas acostado un día cualquiera de un Diciembre cualquiera de un 2016 cualquiera... y que la llamada se trata de una ex-novia cualquiera (en especial esa última palabra), y no te da una noticia cualquiera. La noticia de que durante dos años, y sin saberlo, ha existido un chiquitín con tu mismo ADN.
No tenía idea que una misma fuente diera dos tipos de agua: dulce y amarga. Me amarga mucho el saber que se trata de ella, me amarga incluso más saber que por el resto de mi vida tendría que mantenerme en contacto con ella.... bueno, el niño tiene 2 años, así que técnicamente serían solo 16 años en contacto obligatorio con ella.
También me amarga cuando lo llamo y me dice "NO QUEYE PAPÁ" queriendo decir que está muy ocupado para hablar con conmigo porque está jugando con sus primos.
Y aunque amo los momentos con él, la forma en la que me hace sentir cuando me dice papá... es todo tan diferente a lo que alguna vez soñé. Algunas veces cuando voy en la motocicleta por la avenida Poblado, siento que aun estoy parado en esa disyuntiva y no he dado un solo paso más allá de ella.
La mejor descripción analógica para esta dicotomía es verme a mi mismo frente a lo que quiero con un océano ancho, largo y profundo en medio de los dos. Ya me quité la camisa para entrar en el agua, y estoy descalzo, listo para nadar con mi pantaloneta al mejor estilo "costeño", unos jeans viejos hechos "MOCHOS" como les llama mi padre. A pesar de ello, sigo allí de pie en la orilla.
No tenía idea que una misma fuente diera dos tipos de agua: dulce y amarga. Me amarga mucho el saber que se trata de ella, me amarga incluso más saber que por el resto de mi vida tendría que mantenerme en contacto con ella.... bueno, el niño tiene 2 años, así que técnicamente serían solo 16 años en contacto obligatorio con ella.
También me amarga cuando lo llamo y me dice "NO QUEYE PAPÁ" queriendo decir que está muy ocupado para hablar con conmigo porque está jugando con sus primos.
Y aunque amo los momentos con él, la forma en la que me hace sentir cuando me dice papá... es todo tan diferente a lo que alguna vez soñé. Algunas veces cuando voy en la motocicleta por la avenida Poblado, siento que aun estoy parado en esa disyuntiva y no he dado un solo paso más allá de ella.
La mejor descripción analógica para esta dicotomía es verme a mi mismo frente a lo que quiero con un océano ancho, largo y profundo en medio de los dos. Ya me quité la camisa para entrar en el agua, y estoy descalzo, listo para nadar con mi pantaloneta al mejor estilo "costeño", unos jeans viejos hechos "MOCHOS" como les llama mi padre. A pesar de ello, sigo allí de pie en la orilla.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTeacher, tbh idk what to comment. I hope my intention is enough.
ResponderEliminar:o
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