ADIOS

 Te piensomuy a menudo. No te extraño, porque extrañar implica cosas de otra naturaleza, y esa naturaleza ya no te hace parte; pero te pienso, y creo que lo hago, como la forma en la que mi alma, resuleve los asuntos que quedaron pendientes y finalmente poder decir adios haciendo justicia a todo lo que sentí por tí.

No recuerdo otra historia tanto como la tuya. Me marcó en la forma menos esperada, apeló a mi humanidad y aunque ahora hay oceanos entre nosotros, me sigue doliendo tu dolor... ese dolor que no se calla... ese que ahora también siento yo. Por favor, no me lo tomes a mal, el dolor es tuyo, y de ello también quiero despedirme. Quisiera poder decir adios y garantizarte que encontrarás a alguien que se una a tu felicidad y te ayude a redefinirla, no quisiera imaginarte frágil, como en muchas ocasiones te mostraste ante mi. Claro, no te juzgo... confiabamos el uno en el otro, y fue fácil llorar en el hombro de la otra persona. Así que no lo digo porque te crea débil, sino porque ya te vi debajo del traje con el que te muestras al mundo, y nunca más te vi diferente.

Con frecuencia, reviso los episodios finales, en especial aquellos en los que se notó que le estabas metiendo ganas, después de no sé cuantas embarradas, y ya con la esperanza deshecha. Tú queriendo volver a tenerme, volver a ganarme y yo ya había trascendido. Repaso mucho esas escenas finales, y las contrasto con las del inicio. Recuerdo esa mañana en Villanueva, y el atardecer en el cañón cerca del Santo. Las recuerdo, porque si te había confesado mis emociones, eras hasta ese entonces, lo más inocente y honesto que en mí había nacido, y charro, sí, charro porque paradójicamente nunca me lo creiste... y lo contrasto con el final, porque quiero entender el camino por el que un vino dulce se rancia. 

Que bueno sacarme esto, que bueno decirlo, que bueno despedirme. 
Quisiera verte, y quisiera saber que me quisiste tanto que te alegras por mi, pero ya las imagenes se han distorcionado y es imposible vernos si ni siquiera nos reconocemos. 

Así que mejor hago esto. Lo digo al viento para que en sueños te llegue mi mensaje, y lo escribo para que quede evidencia ante los testigos que imperan en mi paz, que te despedí con un abrazo, y que deseándote lo mejor del mundo te dije ADIOS. 

Esta escrito es tomado de otra pagina "https://theandvarimay.blogspot.com/"

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